Aceptar la muerte de un padre es un proceso profundamente doloroso, ya que pasamos de vivir en un mundo en el que uno de nuestros vínculos más importantes ya no está por primera vez. La pérdida de una figura de apego conlleva la ausencia de una base de seguridad, protección y afecto para nosotros.
Llamamos duelo al proceso derivado del fallecimiento de un ser querido, marcado por una serie de reacciones psicológicas, emocionales, y conductuales, que, en su conjunto, nos permiten integrar la pérdida sufrida y adaptarnos a un nuevo mundo en el que la otra persona ya no está.
• La negación. tiene una función protectora frente al dolor.
• El enfado. relacionado con la búsqueda de culpables y explicaciones.
• La negociación. poco a poco se va asumiendo la muerte a través de acuerdos internos, religiosos, espirituales, etc.
• La depresión. cuando vamos siendo capaces de entrar en contacto con el dolor.
• La aceptación. en la que asumimos e integramos la realidad de la pérdida.
El proceso no es lineal, no siempre se viven entas “frases del duelo” en este orden, y no siempre se transitan todas. Los tiempos de cada persona varian.
El dolor que trae consigo la muerte de un padre puede inundar hasta el último rincón de nuestro interior. Tan inmenso es este dolor que parece como si no existiera un lugar para guardarlo, puede existir la sensación de que no podremos ser capaces de vivir en este nuevo mundo sin él, o de hacerlo sin un dolor constantemente presente y profundo.
Recuerda que en un proceso de duelo como este no hay reglas marcadas de lo que se supone que tienes que hacer o sentir.
Asimismo, podremos trabajar para integrar, asentar, y atenuar el dolor que esta ausencia ha traído. Esto no quiere decir que vayamos a olvidarlo, a superarlo o a eliminar el dolor. A partir de la muerte, viviremos con la ausencia y siempre habrá algo de dolor, el cual podrá atenuarse o intensificarse pero lo que sí se puede hacer es integrar la pérdida para aprendir a vivir con ella.
Referencia:
Reoyo, Isabel. (2011, marzo). Cómo superar la muerte de un padre. Somos estupendas.