Para poder tener una vejez tranquila y con estabilidad económica, basta con llevar prácticas financieras en nuestras vida cotidiana, que se deben implementar desde la juventud. La práctica financiera más saludable es gastar menos dinero del que se gana, para así poder ahorrar, vivir un estilo de vida acorde a los ingresos que se tienen y evitar tomar deudas.
El control adecuado de los ingresos y gastos mensuales es fundamental, por lo cual es necesario realizar un presupuesto personal, idealmente desde el inicio de la vida laboral. Se debe definir un cierto porcentaje del ingreso destinado a diferentes gastos, diferenciando los básicos (como vivienda, servicios, salud, alimentación y transporte), de aquellos que se pueden clasificar como diversión o esparcimiento.
Esta división permite ver que hay ciertos gastos que son fijos porque, además de satisfacer necesidades básicas, el dinero que se destina para subir este gasto depende de la realidad económica del país, especialmente de factores macroeconómicos. Por el contrario, el dinero utilizado para esparcimiento si se puede modificar y tomar decisiones conscientes, con el objetivo de buscar siempre destinar un cierto porcentaje del ingreso al ahorro. Lo ideal es que se destine a este rubro entre un 5 y un 10 porciento.
Además del ahorro y planeación financiera, otra práctica saludable es la inversión. A pesar del ahorro, por sí solo no es una decisión inteli- gente, sobre todo en paíuses con monedas inestables y en constante devaluación. Sin embargo, se debe buscar que las inversiones sean rentables a largo plazo.
Es recomendable para empezar este tipo de prácticas con un especialista en finanzas personales, que brinde asesoría sobre cómo diversificar las inversiones a realizar.
La salud financiera es importante porque da estabilidad, asegura una vejez tranquila y calidad de vida. Las consecuencias de no tener prácticas financieras saludables se manifiestan en fenómenos como hijos manteniendo económicamente a sus padres mayores.
1. Los ingresos pueden cubrir necesidades básicas y de ocio
2. La capacidad de ahorro a invertir para generar rentabilidad
3. Ahorro para ser utilizado a largo plazo.
Tener estabilidad económica y tranquilidad durante la tercera edad es posible solamente si se toman decisiones inteligentes a nivel financiero a lo largo de la juventud. Es por esto que implementar las prácticas sencillas sugeridas son pasos fundamentales para garantizar un futuro financiero saludable.
Referencia:
Sura. (2022, julio). Hábitos para estar saludable financieramente en la tercera edad. Blog Sura.
+52 8004722767